«Podremos ver cosas que no hemos visto,
a través de una persona diferente.»
Anónimo
«Aquí, como es natural, a todos se trata igual.»
«Nikaj nochi tikinitaj luikal kei tojuantij.»
Nueva visita al Museo Memoria y Tolerancia, es bueno observar cómo poco a poco se va consolidando este espacio dedicado de manera especial a las personas jóvenes. Abrieron sus puertas el pasado mes de octubre. Hemos visto cómo de noviembre a febrero, sus visitantes son cada día más y que conforme aumenta el público, también se diversifica.
El MyT es un lugar para regresar una y otra vez, por las personas que le dan vida, por los temas que aborda, por la oportunidad de poder aprender a mirar diferente. El MyT es un lugar para conocer o reconocer, para imaginar, para pensar, para plantearnos con profunda seriedad reinventarnos y comenzar a hacer cosas distintas y reforzar otras.
Ayer visitamos el MyT con un pequeño grupo de docentes, se convocó aun grupo de más de 30 personas, respondieron 12. Sé que algunos de los convocados tenían planes previos a la invitación, pero la mayoría que no particpó, sencillamente no respondió. Estos 12 académicos, estoy segura de que se constituirán en el motor que mueva un trabajo consistente en el espacio de la ética y la ciudadanía en su trabajo cotidiano como profesores.
Muchos hablan y opinan sobre la ética y la ciudadanía, muchos se sienten calificados, pocos se dedican a explorar hasta llegar a la confrontación y a la autocrítica para trabajar de manera seria y consciente el camino del respeto, de la dignidad, del diálogo, del reconocimiento del otro, de la tolerancia, desde las personas que son, la vida que tienen, las actividades que realizan.
Ayer entré a la todavía pequeña y muy, muy joven biblioteca del MyT, sólo hay unos cuantos estantes, una computadora para consultar el catálogo, encontré pequeños tesoros, llamaron mi atención los pocos volúmenes, la presencia de dos textos braille, revistas que desde la portada comenzaron a enseñarme, periódicos. No tengo duda de que este lugar crecerá y que pronto no cabrá físicamente. Ahí, entre otras cosas leí: «El hecho de comprender (las cosas) nos hace más tolerantes.» Cada visita al MyT representa un nuevo aprendizaje, otro pequeño gran descubrimiento.
Hay tantas cosas que requerimos conocer, comprender, sentir y practicar que pareciera que no hay por donde comenzar, creo que si no se tiene idea, el MyT puede ser una oportunidad para explorar posibilidades. Una vez dentro, el camino para explorar el yo y el uno mismo se replantea y, desde luego reaprender a mirarnos en los ojos del otro y construirnos en la otredad.
En la visita de ayer mientras mis compañeros descubrían el camino de la memoria y de la tolerancia, yo esperé, primero en la biblioteca y luego en la recién abierta cafetería del museo. Fue muy interesante poder observar el constante movimiento de visitantes ¡bien por ello! cada vez más personas se acercan al mensaje del MyT. Vi cómo poco a poco iban saliendo mis compañeros-profesores, al preguntarles si les había gustado (quizá no era la pregunta correcta), respondían que sí, hacían una pausa y decían «bueno no»… creo que es el desconcierto que plantea el recorrido por el MyT: edificio espléndido, memoria dolorosa, terrible; tolerancia como posibilidad, como espacio para la esperanza.
Definitivamente, después de hacer este viaje por la Memoria y la Tolerancia, se sale con sentimientos contradictorios, se sale como dijo una profesora «con una tristeza que se queda», se sale entre la desazón y la esperanza. Creo que entonces, comienza a operar el regalo que nos da este lugar: podernos redescubrir, redimensionarnos, reinventarnos y comprometernos a poner nuestro granito de arena en pro de un mejor futuro, de un «nunca más» real.
Creo que después del recorrido guiado que puede durar entre hora y media y dos horas y media, se puede salir distinto, se puede repensar de qué manera trabajar para primero, ser mejores personas y luego, para compartir y multiplicar. Estoy convencida que desde donde nos encontremos, podemos hacer muchas pequeñas cosas que ayuden a recuperar la memoria, más allá de lo que nos muestra el museo ¡es urgente recuperar la memoria mexicana, México 2010 no fue en modo alguno, suficiente. Podemos también generar espacios personales y compartidos para la tolerancia.
Un reto grande es romper el discurso de que tolerar es aguantar. Hoy por hoy, tolerar es armonizar nuestras diferencias, así lo explica y demuestra el Museo Memoria y Tolerancia. Es aprender EN SERIO, de la dimensión que alcanza la dignidad de la persona, de la capacidad para decir «esto no lo quiero porque no nos ayuda en este andar tan complejizado» entre muchos otros aprendizajes.
Hasta la próxima…
Libro recomendado hoy:
De Josep M. Esquirol, Uno mismo y los otros. De las experiencias existenciales a la interculturalidad, editado por Herder (España), en el 2005.
E imitando a la Sra. Mastretta en su Puerto Libre (Blog alojado en el diario El País), música de hoy:
La Ofrenda Musical de Johann Sebastian Bach